Aditivos para alimentos y piensosestán regulados por agencias gubernamentales para garantizar su seguridad y eficacia. Por ejemplo, en Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) regula los aditivos alimentarios, mientras que en la Unión Europea, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) es responsable de evaluar y autorizar los aditivos alimentarios. Estos organismos reguladores realizan evaluaciones de seguridad rigurosas basadas en evidencia científica y determinan la cantidad máxima de cada aditivo que se puede utilizar en alimentos y piensos.
Algunos aditivos alimentarios pueden tener funciones específicas, como espesantes, emulsionantes y estabilizantes. Estos aditivos se utilizan habitualmente en los alimentos procesados para mejorar su textura o consistencia. Sin embargo, consumir cantidades excesivas de estos aditivos puede provocar problemas digestivos, como hinchazón y diarrea. Por ello, es importante consumir estos aditivos con moderación y elegir alimentos integrales siempre que sea posible.
